La inteligencia artificial es un campo de la informática centrado en la creación de máquinas capaces de pensar como los humanos. En teoría, una IA perfecta sería capaz de aprender de experiencias pasadas y utilizar el razonamiento avanzado para realizar tareas con mayor rapidez y precisión que los humanos. Las distintas formas de IA se crean utilizando algoritmos avanzados que les permiten procesar datos y tomar decisiones basadas en su comprensión. Las capacidades de estos tipos de IA varían, y los límites de lo que la IA puede hacer se amplían constantemente a medida que continúan la investigación y el desarrollo.
La Inteligencia Artificial Estrecha (IAN) es una IA diseñada para ejecutar órdenes y acciones específicas. Una ANI está diseñada para sobresalir en un tipo de capacidad cognitiva y no puede aprender nuevas habilidades de forma independiente. Siri, en los iPhones de Apple, es un ejemplo de IA estrecha: tiene una gama limitada y definida de funciones.
La inteligencia general artificial aún no existe, pero en teoría es una IA que puede aprender y pensar igual que un ser humano. La AGI puede aplicar conocimientos y habilidades de diferentes contextos a un problema o situación. También llamada «IA fuerte», la AGI puede aprender independientemente de su entorno. Por ahora, la verdadera inteligencia artificial sólo existe en la ciencia ficción, aunque se está investigando para hacerla realidad.
La superinteligencia artificial (ASI) es un tipo de IA que tiene la capacidad de realizar tareas más allá de lo que la mente humana puede pensar o comprender. Esta IA es capaz de manifestar habilidades cognitivas y desarrollar habilidades de pensamiento propias. Una superinteligencia artificial sería completamente autoconsciente y capaz de tomar decisiones y emitir juicios por sí misma.
Una máquina reactiva es un sistema de IA creado para realizar una tarea específica y que no tiene capacidad de aprendizaje. Estas máquinas artificialmente inteligentes reaccionan en función de la entrada que se les da y sólo trabajan con los datos presentes. Uno de los ejemplos más famosos de máquina reactiva es Deep Blue, la IA de IBM que juega al ajedrez. Podía analizar un tablero de ajedrez para predecir jugadas futuras y seleccionar la mejor jugada, pero no podía aprender de sus errores para mejorar sus habilidades.
Como su nombre indica, la IA de memoria limitada puede recordar y aprender de experiencias pasadas, pero éstas sólo se conservan temporalmente en su memoria. La memoria limitada es crucial para el proceso de aprendizaje automático; la IA necesita ser capaz de recordar información para extraer conocimiento de ella. ChatGPT es un ejemplo popular de IA de memoria limitada; ha sido entrenada para saber un montón de cosas, pero a medida que trabajas con ella, te darás cuenta de que sólo puede recordar la información en el prompt que le das durante un corto período de tiempo antes de empezar a olvidar.
La IA con teoría de la mente puede tener respuestas a su entorno similares a las humanas, incluida la comprensión de señales emocionales. Puede demostrar que sabe cómo piensan y se comportan los humanos y ajustar su comportamiento en consecuencia.
Actualmente, la IA autoconsciente sólo existe hipotéticamente. Una inteligencia artificial autoconsciente tendría plena conciencia; sería capaz de tener sus propios sentimientos y deseos, así como de comprender las emociones y necesidades de los humanos que la rodean. La IA autoconsciente no existe; es el tipo de IA más avanzado y el objetivo final de muchos investigadores de IA.